El hematocrito es un análisis de sangre que analiza el porcentaje de células que transportan oxígeno, es decir, de glóbulos rojos, con respecto al volumen total de sangre.
Los glóbulos rojos, eritrocitos o hematíes, son las células de la sangre encargadas de llevar el oxígeno hasta los diferentes tejidos del organismo.
Contienen una proteína denominada hemoglobina que contiene hierro y le da el color rojo a la sangre.
La medición del hematocrito depende del número de glóbulos rojos en la sangre y de su tamaño.
La prueba del hematocrito se lleva a cabo en un hemograma normal o conteo sanguíneo.
Regístrate con nosotros. En AXA Health Keeper estamos para cuidarte.
El Índice de hematocrito es diferente en niños y en adultos y entre hombres y mujeres.
Los valores normales se sitúan en estos rangos:
- Hombres: 40,7 a 50,3 %
- Mujeres: 36,1 a 44,6 %
- Niño recién nacido: 45 a 61 %
- Lactante: 32 a 42%
- Un año de vida: 36 a 41 %
- Entre 3 y 5 años: 36 a 43 %
- Entre 5 y 15 años: 37 a 45 %
Los deportistas, que aumentan el bombeo de su corazón con el esfuerzo, pueden tener mayor destrucción de glóbulos rojos por la velocidad de la sangre, que las personas sedentarias. Además necesitan un aporte extra de oxígeno para obtener energía, y esto hace que muchos se obsesionen con estar cerca del 50% cuando es más probable que su nivel sea del 40%
¿Qué significa tener el hematocrito alto?
Tener un porcentaje elevado de glóbulos rojos en sangre puede ser debido a múltiples causas, entre las que destacamos:
- Cardiopatías congénitas
- Deshidratación
- Aumento anormal de glóbulos rojos (eritrocitosis)
- Patología de la médula ósea
- Hipoxia
- Enfermedades pulmonares crónicas
- Consumo de EPO
Un exceso de glóbulos rojos en sangre produce fatiga, debilidad, sudoración excesiva e intolerancia al calor. En ocasiones se produce picazón e irritación en la piel tras las ducha.
En casos importantes también se pueden observar hematomas, sangre en las heces y hay riesgo de coágulos sanguíneos y de problemas derivados, como un derrame cerebral o un infarto.
Un hematocrito muy elevado, por encima de 60%, provoca una sangre más densa y que circula más lentamente y con mayor dificultad en los vasos más pequeños lo que originaría falta de oxigenación de algunos tejidos.
¿Qué significa tener el hematocrito bajo?
Tener el hematocrito bajo también se puede deber a varios factores, como son:
- Anemia
- Leucemia
- Desnutrición severa
- Deficiencias nutricionales de hierro, ácido fólico, o vitaminas del grupo B (B12, B6)
- Leucemia
- Sobre hidratación (polidipsia).
Cuando los glóbulos rojos disminuyen hablamos de anemia.
Podemos asociarla a una pérdida de sangre, o deberse a una enfermedad como la leucemia, a una enfermedad renal en la que se bloquea la EPO y no se repongan los glóbulos rojos destruidos, o a un déficit nutricional como falta de hierro o de B12.
Los síntomas más característicos son fatiga, debilidad, palidez, mareos, aturdimiento, respiración superficial y poco efectiva, taquicardias, grietas en la boca, o ictericia, e incluso en déficit severo de vitamina B12 depresión y alucinaciones.
No siempre una variación del hematocrito debe considerarse grave, ya que múltiples factores influyen en porcentaje total de eritrocitos y en su tamaño.
Los deportistas deben tener en cuenta sus valores sobre todo a la hora de afrontar una prueba deportiva dura o si van a comenzar un período de entrenamiento intensivo.
Será labor del médico valorar la importancia de esos índices de hematocritos anormales y según la causa se tomarán las medidas oportunas.
Consulta con tu médico si te preocupa, pero no hagas nada por tu cuenta.
En Health Keeper by AXA premiamos tu estilo de vida saludable con servicios en salud a precios especiales, donde tendrás acceso a médicos y especialistas, como podólogos, oftalmólogos, cardiólogos, traumatólogos y otros más.