Uno de los trastornos más frecuente de los deportistas al aire libre es la faringitis. Tanto para los runners como para los ciclistas, el aire frío y la humedad hacen que la garganta sea muy vulnerable a irritación, inflamaciones e infecciones.
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¿Qué es y qué provoca una faringitis aguda?
- Infección vírica, normalmente por un tipo de virus paragripal, muy similar al que causa la gripe e igualmente muy contagioso.
- Infección bacteriana, menos habitual y producida por estreptococos o neumococos.
Cuando la faringitis se cronifica, es decir, se alarga en el tiempo, no suele ser debida a ninguna infección, por tanto no es contagiosa, y se produce por otros factores de riesgo, como contaminación ambiental, el humo del tabaco, deshidratación permanente, exceso de alcohol, o alergia. Estos factores pueden producir una inflamación crónica de las mucosas faríngeas que se acompañaría de pérdida de voz.
¿Qué síntomas son los más comunes en una faringitis?
- Dolor o sensación de picazón en la garganta.
- Dolor al tragar.
- Sequedad de garganta.
- Inflamación de los ganglios del cuello.
- Amígdalas rojas e inflamadas.
- Voz ronca.
- Inapetencia.
- Fiebre.
- Escalofríos.
- Goteo nasal.
- Escalofríos.
- Estornudos.
- Tos.
Los mejores tratamientos
Si hablamos de una afección crónica, y conocemos la causa que la produce, podemos realizar diversas acciones que mejoren la situación, como por supuesto abandonar el hábitos del tabaco o el alcohol, procurar un espacio más limpio y saludable, ventilando la habitación o el despacho, humidificar el ambiente si está reseco y beber abundantes líquidos para mantener las mucosas hidratadas.
Una faringitis aguda, producida por bacterias, es susceptible a la toma de antibióticos, como la penicilina que deberá prescribir el médico. En el caso de una faringitis vírica el tratamiento irá destinado a paliar los síntomas.
- Antitérmicos para la fiebre.
- Antiinflamatorios que reduzcan la inflamación del dolor de garganta.
- Líquidos abundantes.
- Enjuagues bucales.
- Pastillas antisépticas que también alivien la picazón.
- Jarabes antitusivos si fuera necesario.
- Reposo relativo.
Por supuesto, como siempre será el médico el que decidirá el mejor tratamiento, pero durante los primeros días, es recomendable que no salgas a hacer deporte, porque tu sistema inmunitario estará debilitado, y al volver a la rutina protejas muy bien la garganta y la boca, para evitar recaídas.
Es recomendable que respires básicamente por la nariz, de modo que el aire se filtre y entre en los pulmones a más temperatura. Llevar un buff o cuello para tapar la boca y así no respirar un aire humedo y helado, puede ser un buena opción. También debes intentar no hablar durante el ejercicio y por supuesto no gritar. Evita toser fuerte o carraspear continuamente para evitar irritaciones. Los expertos foniatras y otorrinolaringólogos recomiendan hidratar bien la garganta y no mantener la mandíbula y los dientes tensos.
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