Aunque un poco aparatosa, una hemorragia nasal no es grave y puede tratarse fácilmente.
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Por qué sangra la nariz
Toda hemorragia originada en la nariz se denomina epistaxis. La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria apunta que se debe, principalmente, a que llega mucha sangre a las fosas nasales, lo que facilita que pequeños golpes provoquen un sangrado.
La causas principales de una epistaxis pueden ser muy variadas:
Condiciones del ambiente: un ambiente seco (calefacción o aire acondicionado) puede resecar el interior de la nariz, hacer que se creen costras y que, al romperse, produzcan hemorragia. El calor también hace que los vasos sanguíneos se dilaten más.
Agresiones externas: los golpes, hurgarse la nariz o meterse algún objeto en la cavidad nasal puede causar lesiones en la mucosa, que ocasionen sangrado abundante. Sonarse en exceso debido a un resfriado puede inflamar también la mucosa.
Cambios de presión: los cambios de presión atmosférica o de altitud pueden producir hemorragia por la nariz, como por ejemplo, volar en avión o subir una montaña.
Fracturas: traumas directos que fracturen la nariz o la base del cráneo pueden provocar que salga sangre por las fosas nasales.
Enfermedades: sufrir alergias (rinitis), arteriosclerosis, pólipos en la nariz, hipertensión, deficiencias de vitaminas, etc.
Medicamentos: los anticoagulantes, como la aspirina, diluyen la sangre propiciando que se escape más fácilmente de los vasos.
Qué hacer cuando te sangra la nariz
- Calmarse: una hemorragia nasal puede alarmarnos mucho, pero hay que intentar estar tranquilo. La mayoría de veces parecen más graves de lo que son en realidad.
- Sentarse: siéntate en una silla con el cuerpo y la cabeza un poco inclinados hacia delante para que la sangre salga. No eches la cabeza hacia atrás, ya que puedes tragártela y provocar náuseas y vómitos.
- Presionar: usa el pulgar y el índice para taponar la nariz, como una pinza, en la porción blanda de la nariz. Mantén la presión hasta que deje de sangrar, durante 5 minutos.
- Aplicar frío: comprueba que ha parado de sangrar. Si no es así, coloca compresas frías o hielo por encima de los huesos de la nariz.
- Ser precavido: una vez detenida, no hagas nada que pueda hacer que comience de nuevo, como sonarte la nariz, rascarte, tumbarte o realizar ejercicio físico durante 24-48 horas.
- Humedecer: aconsejan aplicar vaselina en las fosas nasales dos veces al día para mantenerlas húmedas, así como poner humificadores en el dormitorio para favorecer una respiración óptima.
- Consultar al médico si: la hemorragia dura más de 15 minutos, si la sangre cae de forma continua hacia la garganta, si el sangrado fue por un golpe o si se sangra muy a menudo.
Sangrado de nariz durmiendo
Las epistaxis son muy frecuentes en niños entre 2 y 10 años, incluso cuando están dormidos.
En la mayoría de los casos, el sangrado comienza en la parte anterior de la nariz y cede en pocos minutos. Esta forma de hemorragia no es grave y suele ser fácil de tratar en casa.
No obstante, si no logras detenerla o tienes alguna duda, lo mejor es que acudas a un profesional sanitario.