Un sobre esfuerzo, una mala postura o un ejercicio mal ejecutado puede producir un trabajo de tus músculos mal equilibrado que dé lugar a una lesión en los tendones y ligamentos. Una de ellas es la tendinitis rotuliana. Es una de las lesiones deportivas más frecuentes.
En AXA Health Keeper encontrarás fisioterapeutas que te ayuden a superar una lesión de este tipo y te den consejos para no volver a sufrirla. Regístrate con nosotros.
¿Qué es una tendinitis?
Una tendinitis es una inflamación dolorosa de un tendón. Los tendones son estructuras fibrosas que unen el músculo con el hueso y al inflamarse producen dolor y sensibilidad además de una posible impotencia funcional en la articulación implicada.
Es una lesión se tiende a volverse crónica y a repetirse con frecuencia si no es convenientemente tratada.
Las tendinitis más habituales son:
- Tendinitis del hombro.
- Tendinitis en manos o muñecas.
- Tendinitis del talón.
- Tendinitis del codo.
- Tendinitis rotuliana o rodilla del saltador.
Tendón rotuliano
Es una estructura que se encuentra por debajo de la rodilla y une el cuádriceps con la tibia. La contraerse el cuádriceps, el tendón rotuliano permite que la rodilla se estire.
Lesión: Síntomas de tendinitis rotuliana.
En el inicio se nota una mayor sensibilidad en la zona inferior de la rótula, o hueso de la rodilla. Sobre todo, tras una sesión de entrenamiento o al arrodillarse. Según la lesión avanza el dolor aparece durante el ejercicio y puede permanecer en reposo.
Este dolor está asociado a la acumulación de líquido del tendón rotuliano en la parte baja de la rodilla. La inflamación es mínima.
También puede aparecer debilidad en la pierna o rigidez en la rodilla.
La causa de esta lesión es multifactorial, es decir, muy diversa. Puede ser un choque mecánico de la parte posterior del tendón o una sobrecarga de un cuádriceps débil, o incluso lesiones en las vértebras lumbares o problemas de crecimiento (crecederas).
Como se trata una tendinitis.
La primera medida es el reposo. Dejar la actividad y parar el movimiento. El tratamiento irá destinado a reducir la inflamación y aliviar el dolor.
- Analgésicos y antiinflamatorios.
- Hielo local durante 10 minutos varias veces al día.
- Fisioterapia que fortalezca el área y evite nuevas lesiones. Se puede utilizar gimnasia pasiva, movimientos controlados, masajes y estimulación mediante un TENS (estimulador eléctrica transcutánea).
- Inmovilizar de la zona. En el caso de la rótula, se utiliza una banda rotuliana o rodillera como sostén de la rodilla.
- Mantener rodilla en alto cuando aparezca el dolor.
Tendinitis rotuliana. Tratamiento, recuperación y prevención.
- Realiza un buen calentamiento antes del entrenamiento para que los tendones tomen temperatura.
- Estira la musculatura que vayas a ejercitar tanto antes como después del ejercicio. Recuperarás la elongación inicial de las fibras y evitarás contracturas que forzarán la posición de los tendones.
- Hidrátate correctamente, para que la gestión de la energía sea correcta.
- Evita la repetición infinita del mismo ejercicio. Varíalo e introduce periodos de descanso para no sobrecargar una zona concreta.
- Detente si sientes dolor. Una pequeña molestia puede ser un síntoma fácilmente reversible. Si continuas la lesión se agravará.
- Ejercita todos los grupos musculares. Así equilibrarás el esfuerzo y no habrá zonas con mayor masa que tiren de músculos más débiles.
- Tras una tendinitis inicia el ejercicio poco a poco, con marcas y objetivos inferiores a los que habías logrado, para evitar una recaída.
Consulta a tu médico para confirmar el diagnóstico y empezar cuanto antes el tratamiento más adecuado. En AXA Health Keeper puedes encontrarlo.